miércoles, 23 de noviembre de 2011

Imaynalla Huanta Tour 2011

Nos invitaron con unas 2 semanas de anticipación, querían bandas de rock para un congreso juvenil en Huanta y contactaron conmigo. Entonces el colectivo hizo ‘maletas’ y Proyecto Quimera, Arnawan, Damián Villaz y la banda sin nombre adentraron por los 45 minutos de viaje en carretera hasta llegar a nuestro destino. Pero antes claro, inconvenientes y cosas que hicieron más curiosa nuestra visita, llegamos al promediar las once y algunos minutos más de la mañana, cada banda tomó su rumbo ya que nos dijeron que tocaríamos al promediar las 3 de la tarde, luego del almuerzo que fue un arroz con pollo a la huantina.
Ya al llegar esas horas el local carecía de un sonido adecuado, no habían amplificadores ni parantes para micrófono, no había nada.
Exigir una batería era lo que hacíamos, ésta llegó después de un lapso prolongado en un peculiar triciclo con un señor manejándolo y que luego gustosamente posó para la foto, pausadamente se iban los segundos multiplicados, no era tarde, aunque nunca tarde para hacer rock.
En ese momento vi muestras de compañerismos entre nosotros las bandas, Michael, Walter y Ludwing hacían de sostén para micrófonos mientras Damián Villaz calentaba al medio ambiente con algo de música acústica. El sonidista del evento decidió retiraste llevándose con él sus equipos. Estábamos fritos pescaditos, pero Víctor llevó su amplificador Fender y Walter su Laney. La señora administradora del local (a quién mandamos muchos saludos) sacó de la nada un parante para micrófono (que fue adecuado a éste luego de varias vueltas con cinta de embalaje). También nos facilitó un parlante Miray que a la vez estaba de combo para bajo.
Fue loco porque todo cayó por caprichos de la casualidad, entonces ya estaba todo ‘listo’ y los primeros en subir al podio fueron los Arnawan tocando sus temas propios y ya dejando sello por esos lares. Luego lo haría la banda sin nombre, tocando también sus propias (en realidad todos los hicimos). Proyecto Quimera a decir verdad dejó impactado a las pocas personas que estaban sentadas, gente tímida yacía por la puerta de ingreso, algunos mirando de reojo, otros mirando cautivamente. Unos chicos de la localidad también quisieron tocar, Juan Carlos entró de apoyo y empezaron a tocar un repertorio de rock en español. Ellos se llaman PRH (Proyecto Rock Huantino) y me dijieron que vendrían para el Huamangazo Rock 3.
Ya cuando terminó todo, una diluvió nos despidió, por ahí se escuchaban las bromas de que era Huanta que lloraba por nuestro regreso, tuvimos que esperar una hora a lo más para que terminara y ya volver, era urgente.
Este es el resumen del domingo 20 de noviembre, un día muy bonito para recordar como anécdota y experiencia de vida. Llegar a Huanta con las bandas de rock de Huamanga es una meta que también debemos perseguir, la escena crece y las fronteras también.


BraGeiKi

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